sábado, 9 de junio de 2007

En el entretiempo político


Las promesas políticas y la politiquería, y su influencia sobre el comportamiento ético de la población.

Al escribir este papel, mi intención no es ser una señal o ser un ejemplo, busco mostrar mi opinión y manifestar lo que un joven de 26 años ve de su país.
Los términos que utilizo no son muy rebuscados o de difícil entendimiento, considero que en la simpleza del buen hablar las ideas se entienden. Las comillas simbolizan aquellas palabras que en su simpleza son malintencionadamente usadas.

Ya son 26 años los que tengo cumplidos. En este tiempo transcurrido, e sido bombardeado cada 4 años por “propagandas políticas”, promesas; que lamentablemente, no se llegaban a cumplir.
Promesas que se hicieron sobre estudios, bases bien fundadas, quizá “algunas”, planteadas por verdaderos lideres y representantes del pueblo. Estos, al ser verdaderos lideres no se alejan de sus liderados y sin abandonar sus raíces y costumbres siguen aun ahí esperando el cambio, la mejora o simplemente aquella promesa hecha por algún candidato en “campaña”.
El hambre, el frío, la falta de educación de un niño o niña, que luego se hará hombre o mujer, que para ELLOS luego se convertirá en un voto. Seguro, lo cargan, lo besan, luego lo dejan y siguen en su caminata proselitista.
Esos niños que vieron como se acercaba el candidato, esos niños que llegaron a tocar su mano, su sombrero o quizá los más afortunados hasta darle un beso.
Vieron a este personaje por unos instantes, sea en vivo o por el rectángulo a colores o de plasma. Su imagen grabada en sus mentes por el resto de sus días.

Toda plataforma política tiene establecida una filosofía, representar el pueblo, quizá otros van un poco más allá y dicen: “Del pueblo, para el pueblo”, otros aun insinúan cosas más profanas: “Somos la voz del pueblo”, por lo que asumen ser la voz de Dios.
Que se puede esperar ya de aquellos que considerándose “lideres” aprovechan para “defender los derechos” y buscan preparar campaña para el próximo año (este es otro cuento).
Todos tenemos necesidades, todos aspiramos a más, pero hay que conseguirlo en base a trabajo y esfuerzo, no con “el sudor de la frente” de otros. Las planillas de candidatos abundan con nombres de personas, tanto idóneas como de dudosa procedencia. Que hacer?

A todo esto sumamos, el juego sucio de partidos políticos, agrupaciones y demás sobre el interés real de estos, obtener representatividad para manipular estos a beneficio de “El Partido”. Conseguir una curul, para tener fondos o para representar al pueblo.

Ahora, ya pasadas las elecciones, vemos la lucha feroz de nuestros “padres de la patria” por tener o no tener una posición más cómoda dentro del hemiciclo, verlos en su desesperación por juramentar o no, frente a quien o por quien.

Luego, ya vendrá esa actitud de CABALLITO DE CARRERA, conde apresurados intentan demostrar su utilidad, donde pocos sobreviven y la mayoría sede ante la apatía, que deberíamos llamar APATRIA, para luego sólo dormir en los escaños y seguir disfrutando de los beneficios de este honorable pero mal tomado puesto de “representantes del pueblo”.

Pasan así 4 años, y nuevamente a la misma danza, aunque hay algunos que con un poco de dignidad deciden no postular y otros un poco más caraduras intentan postular, para recibir el apoyo de si mismos y algún peruano despistado.

Para resumir, Político, es aquel líder, que en su capacidad busca representar a un grupo de personas. No es aquel personaje, “popular” que con ayuda de mentiras y promesas intenta buscar la representatividad a beneficio personal.

Politiquería, no es otra cosa que la intención de imitar la actitud de un verdadero líder político, copiar las frases de este e intentar asumir posiciones de representante, cuando ni contacto tiene con sus liderados, o siendo amables, sus ovejas.

1 comentario:

Carlos A. dijo...

Y es pues, el mayor problema de toda democracia, el individualismo propio que cargamos, formado en la niñez a fín de sobrevivir en una sociedad (o suciedad) donde el más mosca es aquel a quien le pertenecen las cosas. Donde criticar y prometer es gratis sin que se obligue a cumplir.
Pero si vamos al centro mismo, ¿esto es solo de la política? Hay que ser sinceros pues, ya como lo mencione antes, somos así. Nos criamos así, por tanto, tal vez nos merecemos esto, por que es nuestro día a día.

Mirad esto y... no olviden su bolsa de papel:
http://www.youtube.com/v/Fj9M49DxPwQ